CHAMUSQINA

Chamusquina es una firma de lámparas textiles hechas a mano por Catalina y Ana. En su pequeño taller en L'Empordà, diseñan y elaboran sus piezas una a una, cortadas, cosidas y montadas con mucha ilusión.

Nos adentramos en su taller para charlar con Catalina Alós, la diseñadora de Chamusquina, y descubrir las últimas creaciones de la marca

¿De dónde viene el nombre de 'Chamusquina'?

Empecé con Sarah Baungartner fabricando las lámparas con material viejo de los Encantes. Hierros, portalámparas e incluso interruptores…sin saber nada de electricidad evidentemente los plomos saltaban y algún cable se “chamuscaba” todo aquello olía a CHAMUSQUINA.

Los materiales empezaron siendo de hierro viejos, luego los encargamos a medida, pero poco a poco fue desapareciendo la estructura y fue quedando la pantalla flotando. Volumen de tela con una fina estructura de armazón. Lino o algodón, telas que permitan el paso de la luz. Colores suaves, tejidos entramados, siempre material ligero.

¿En qué te inspiras para diseñar las lámparas?

Me inspiro seguramente en los paseos por el lugar donde vivo. Los campos labrados, plantados, los cielos, la playa y el mar.

Intento crear volúmenes con materiales ligeros que atrapan y dejan salir la luz con delicadeza, consiguiendo crear espacios con tonos cálidos.

Es importante mi relación con la cal, técnica que adoro y que relaciono con los tejidos y la luz. La cal es orgánica, limpia, cálida y mate. Los tonos conseguidos con pigmentos son colores pastel siempre bonitos, nunca planos. Así son las lámparas de tela. No quiero la rigidez del plástico ni del acero. Que envejezcan es una virtud.

¿Cómo habéis conseguido que vuestros diseños sean cada vez más sostenibles?

Compramos en fábricas cercanas y solamente lo que vamos a utilizar. Ana recupera todos los envoltorios que llegan al taller y crea nuevos embalajes. Y eso me encanta. Ana es sostenible y teatral. Todo es posible.

Hace tiempo que me dedico a la rehabilitación de casas antiguas y siempre recupero todo lo que se pueda utilizar de nuevo que ya pertenece a la casa. Creo que soy sostenible desde hace tiempo por sentido común. Utilizamos lo que tenemos, y creo que eso nos ayuda a conseguir modelos tan sencillos. 

¿Cuál ha sido el diseño y proceso creativo con el que más habéis disfrutado?

Siempre nos hace ilusión elaborar cualquiera de nuestros modelos. Aunque el favorito suele ser el último creado. Cortamos tela, cosemos, empaquetamos y entregamos todo, con muchas ganas de que llegue al cliente y se quede contento.

Lo mejor de todo es el buen ambiente del taller. Sin eso, no valdría la pena esta aventura.

¿Quién os gustaría que pusiera una de vuestras lámparas en su casa?

Todo aquel que sea capaz de disfrutarla cuando, al atardecer, se va la luz.

 

Desde Volanda hemos realizado una sesión de fotos en vuestro taller, ¿Cómo describirías la relación entre ambas marcas?

Con Volanda creo que tenemos en común que diseñamos con las manos, que buscamos las cosas bonitas y que nos los pasamos bien.